Hace algunos meses, Andrea Fiallos junto a un equipo de voluntarios de Fundación La Iguana, sembraron a lo largo de la avenida Barcelona (Guayaquil), guayacanes, algarrobos y aromos, cuyas hojas y flores se tornarán amarillas en unos años más.

Las tres especies son nativas de Guayaquil y buscan recuperar el paisaje de la urbe como parte de la campaña Sembrando una ciudad. Otras siembras también se han realizado a lo largo de la avenida Francisco de Orellana y en el cantón Samborondón. Cuenca es la próxima ciudad donde sembrarán 500 árboles nativos.

La Fundación se creó en 2012 con la idea de educar a los habitantes de las ciudades sobre la importancia de la biodiversidad de su entorno y su conservación. Fiallos, como líder del proyecto, cree en la importancia de que las ciudades cuenten con más espacios verdes logrando que la sociedad conozca su identidad forestal.

Como parte de sus proyectos está continuar con la siembra de árboles nativos en el resto de ciudades del país. De esa manera, al tener especies propias de cada ciudad, el paisaje urbano mejora, pero además logra que aves nativas vuelvan a su hábitat.