Mañana viernes 01 de septiembre de 2017 el Concejo Metropolitano de Quito tratará en sesión extraordinaria la Ordenanza que regula la concesión onerosa de derechos en Proyectos Urbanísticos Arquitectónicos Especiales (PUAES), el cual pone en vigencia un nuevo impuesto a la plusvalía, que viene a sumarse al polémico impuesto a la Plusvalía creado por el ex Presidente Correa en Diciembre de 2016 y que además de paralizar el acceso a vivienda en el país.
La última versión disponible de la ordenanza duplica el precio de la tierra en el Municipio de Quito, haciendo más caro producir vivienda, en lugar de hacerlo más económico.
¿Por qué decimos que es otro impuesto a la plusvalía?
En una publicación de El Comercio, el presidente de la Comisión responsable del proyecto de ordenanza que estaría listo para segundo y definitivo debate, Sergio Garnica, plantea que el Municipio exija a propietarios y promotores el 25% de impuesto, calculado sobre el valor de avalúo de los bienes construidos bajo esta ordenanza.
Los permisos especiales que esta ordenanza busca crear, suponen que un terreno adquiere mayor valor si cambia el uso de suelo, porque puede ser mejor aprovechado. Por ejemplo, cuando es un suelo rural que se cambia a urbano o cuando un terreno que está habilitado originalmente para un edificio de hasta tres pisos y el Municipio le autoriza seis, por ejemplo.
Pero cobrar 25% de impuestos sobre aquello que se construye sobre ese mejor uso de suelo o esa mayor edificabilidad, supone que la tierra virtual que el propietario o promotor le está comprando al Municipio gracias a la nueva ordenanza costará el 25% del avalúo del bien que construya. Esta tarifa representa el precio de esa tierra virtual y resulta 2.5 veces más cara que lo que debe costar la tierra para que un proyecto cumpla con parámetros financieros sanos.