Vivir en una de las ciudades mas grandes del mundo tiene sus beneficios, sin embargo, además de la creciente infraestructura, mayores oportunidades e inversión, algunos aspectos podrían ser mejorados en estas metrópolis.
Así como vivir en grandes ciudades puede ser el sueño de muchos, quienes viven en ellas reconocen que una vez que la popularidad de las ciudades aumenta, el tráfico, el smog y la contaminación también se eleva, lo cual invita a buscar soluciones que contribuya a un desarrollo urbano y un crecimiento sostenible.
En Barcelona, España se gestionó una forma de crear un espacio que permitiera disminuir estos inconvenientes. Las superislas o supermanzanas agrupan nueve manzanas, en las que el tráfico queda restringido a las calles circundantes, de modo que un gran número de calles quedan libres para la circulación de peatones y ciclistas. De este modo se reduce la contaminación proveniente de los vehículos y se crea un espacio para que los residentes y visitantes puedan caminar y respirar aire puro. Este proyecto podría reducir en un cuarto los niveles ambientales de dióxido de nitrógeno, alcanzando así los valores recomendados por la organización mundial de la salud.
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El programa “Llenamos de vida las calles. La implantación del modelo de supermanzanas en Barcelona” requiere la implicación de todo el mundo, ya que, a través de procesos participativos, vecindario y colectivos de cada barrio intervienen en los análisis y el diseño de cada supermanzana, y adaptan el modelo a las características de la zona y a las necesidades concretas de cada caso.
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Es decir, quienes vivieran en estas Super Islas obtendrán el beneficio de vivir en una ciudad grande y además contar con aire puro y espacios verdes. Sería fundamental exportar este tipo de proyectos, sin embargo el trabajo en conjunto es ideal y a veces complicado en ciertas ciudades ¿Será posible implementar este tipo de proyectos en alguna ciudad de Ecuador?