La construcción prefabricada surgió inicialmente como un intento de reducir costes y aumentar la rapidez de la construcción. Sin embargo, se enfrentó al rechazo social que implica la palabra prefabricación.
Pero hoy por hoy la tecnología actual permite realizar todo tipo de edificios, con altísima calidad, precio reducido y con cualquier tipo de forma.
Los aspectos más relevantes de la construcción prefabricada son:
Alta resistencia y robustez
Los sistemas estructurales prefabricados garantizan resistencias estructurales iguales o mayores que los sistemas de construcción convencionales. Asimismo, se pueden conseguir sistemas estructurales prefabricados, de tal modo que sean capaces de resistir cualquier tipo de solicitación, vertical, horizontal o aleatoria. Por otro lado estos sistemas tienen menor deformación estructural en elementos horizontales.
Amplia variedad de formas arquitectónicas
Hoy en día se pueden fabricar todo tipo de piezas, con formas irregulares, tamaños diversos, y capaces de ensamblarse entre sí, y obtener las formas deseadas por cualquier arquitecto, en el diseño de sus edificios.
Resistencia al fuego
La construcción prefabricada alcanza las mismas propiedades que las de cualquier construcción tradicional. Responde a las exigencias del proyecto y a las legalmente establecidas sin mayor problema.
Reducción de costes
La construcción a base de sistemas prefabricados puede reducir una media estimada de un 7% el coste de construcción de cualquier tipo de edificio.
Velocidad de la construcción
La construcción prefabricada puede ser 4 veces más rápida que los sistemas de construcción convencionales.
Aislamiento acústico
Debido al uso de materiales de última generación usados en los sistemas prefabricados los edificios resultantes disponen de un elevado nivel de aislamiento acústico.
Sostenibilidad
La construcción prefabricada genera poca cantidad de residuos durante la fabricación. Además, estos son 100% reciclables, bajo una gestión eficaz. Y, una vez superada la vida útil del edificio, las estructuras realizadas a base de elementos prefabricados pueden desmontarse, sin generar residuo alguno. Por ello, los sistemas prefabricados se convierten en los sistemas más sostenibles de todos, ya que son los que menos energía necesitan, y los que menos residuos y emisiones generan.